27 abril 2014

Nevaditos


¡No, no me he vuelto loca! Ya sé que no es muy propio comer nevaditos en estas fechas, pero es que al final disfruto más de las recetas de navidad fuera de época, que cuando son navidades me saturo con tanto dulce…


El motivo de esta receta es que estamos de nuevo a último domingo de mes, y ya estamos aquí de nuevo los mangantes de recetas del  Asaltablogs. Este mes le ha tocado el turno al blog Tartis y mas, un blog con unas estupendas recetas muy sencillas y apetecibles. He encontrado numerosas recetas que me tentaban, pero al final me he decantado por los Nevaditos, que tenía ganas de hacerlos hace tiempo. ¡Nos han encantado!

Como las fechas son más propias de recetas más ligeras tipo “operación bikini”, he reducido las cantidades a la mitad, para no tener tantas tentaciones juntas en casa…


Ingredientes: (para 11-12 nevaditos)
225 gr de harina
50 gr de Pedro Ximénez
100 gr de manteca de cerdo
     (a temperatura ambiente)
40 gr de azúcar
¼ cucharadita de levadura en polvo
1 pizquita de sal
Azúcar glass



Elaboración:
Por comodidad, he utilizado la Thermomix para elaborar la masa, aunque podéis hacerla fácilmente a mano, siguiendo los mismos pasos.

Lo primero que tenemos que hacer es tamizar la harina. Si lo hacemos en TMX, la ponemos en el vaso junto con el ¼ de cucharadita de levadura y programamos 30 seg, vel 6. (es conveniente poner un paño sobre la máquina para evitar la nube de polvo por la cocina)




Tenemos que separar la mitad de la harina tamizada aparte para usarla posteriormente en la masa, así que debemos retirar del vaso de la TMX unos 100 gr de harina.

Agregamos a la harina de la TMX la manteca de cerdo, que debe estar bien blandita pero no líquida. Le añadimos también el Pedro Ximénez, la pizquita de sal y los 40 gr de harina. Mezclamos durante  30 seg, vel 4.



Con una espátula, bajamos los restos de las paredes y añadimos el resto de harina que habíamos reservado. Lo mezclamos durante  otros 30 seg, vel 4.

Espolvoreamos la encimera con un poco de harina y volcamos la masa sobre ella.

Damos un último amasado a mano, y la apretamos bien en forma de bola.

Sobre un mantel de silicona (o sobre papel de horno) tenemos que extender la masa con un grosor uniforme de 1,5 cm más o menos. Para conseguir esto, me ayudo con unos listones de madera sobre los que deslizamos el rodillo y nos aseguran esa altura uniforme. Si notamos que la masa se pega un poco al rodillo, ponemos papel de horno por encima y pasamos el rodillo sobre él.
Elegimos el cortapastas adecuado para ir cortando los nevaditos. No es conveniente que sea muy grande, porque luego crecerán en el horno. Yo elegí el tamaño mediano (5 cm de diámetro) que luego consiguió unos nevaditos de 6 cm de diámetro una vez horneados.

Mientras los vamos cortando, podemos ir precanlentando el horno a 180º

Ponemos los nevaditos sobre la bandeja de horno (cubierta con mantel de silicona o papel de horno) dejándolos algo separados entre sí, que luego crecerán.

Los horneamos a 180º, con calor arriba y abajo, sin aire durante unos 25 o 30 minutos (dependerá del horno). Para comprobar si están hechos, es conveniente sacar uno del horno, partirlo por la mitad con un cuchillo y ver si la masa está bien horneada (así tenemos el candidato a la primera cata, jejeje…)
Sacamos los nevaditos del horno y aún calientes les ponemos la nieve por encima, es decir, los espolvoreamos generosamente con azúcar glass. Aunque yo no lo hice así, es conveniente hacerlo con un colador pequeño para que no quede ningún grumito en el azúcar.

Al haber puesto el azúcar glass con los nevaditos en caliente, es normal que se quede un poco húmedo al enfriarse
 
Así que una vez fríos, volvemos a espolvorearlos con azúcar glass usando un colador pequeño.

¡Y listos para disfrutar!
 
¡Buen provecho!

14 abril 2014

Atún fresco con cerezas (o el plato del hombre de la vida inexplicable)


Volvemos con un plato para el Reto Nazarí propuesto por el Restaurante Ruta del Veleta. En este caso se trata de un atún fresco con cerezas, una combinación de sabores junto con un conjunto de especias sorprendente y muy rica. Los que bien me conocen saben que el atún y yo no nos llevamos muy bien, pero os aseguro que me lo he comido y que me ha gustado. Lo peor de esta receta ha sido conseguir cerezas a primeros de abril, y una vez encontradas, pagarlas. Parece que son las primeras producidas en España y con una producción delicada y limitada. El susto fue considerable: ni más ni menos que 80 € / Kg. Así que ahí tienes a mi marido regateando el precio con el encargado de la frutería de Hipercor… Parece que se hizo famoso, porque por la tarde llegó Ana María de Cocinando entre olivos y ya le hablaron del “chico que se las había llevado para una receta de atún con cerezas para internet”. Al menos ha sido divertida la compra de las cerezas…
Si queréis hacerla, esperad a que las cerezas estén de temporada, que no queda tanto ;)

Esta es la historia sobre la receta que nos cuentan en el Reto Nazarí:

Había una vez un hombre llamado Moyut. Vivía en la antigua Cádiz, donde había obtenido un puesto como funcionario (en aquella época uno de los mejores puestos que se podían obtener).

Nuestro amigo, satisfecho con su situación económica, pero desencantado con su vida en general. Iba paseando una tarde de Verano, cuando se encontró con Jadir (Jadir era el líder espiritual de los Sufíes en la época) y le dijo a Moyut.

-Hombre de brillantes perspectivas, deja tu trabajo y encuéntrame junto al mar dentro de tres días, y desapareció.

Moyut fue a ver a su superior, y le dijo que tenía que partir. Todo el mundo en la ciudad se enteró pronto de esta decisión, y dijeron: "Pobre Moyut, se ha vuelto loco".

En el día señalado Moyut se encontró con Jadir, el cual le dijo:
-Quítate las ropas y arrójate al mar. Quizás alguien te salvará.

Moyut lo hizo sin dudar. Puesto que sabía nadar no se ahogó, pero fue arrastrado por las aguas hasta que un pescador lo subiera a su bote y le dijera:
-Estás loco pero te llevaré a mi cabaña junto al mar, y veremos qué puedo hacer por ti.

Moyut en deuda con el pescador le enseñó a leer y a escribir, y el pescador por el contrario le enseñó a cocinar el atún.

Después de 6 meses, Jadir volvió a aparecer, esta vez al pie de la cama de Moyut, y le dijo:
-Levántate y deja a este pescador, y busca algún agricultor que te quiera dar trabajo.

Moyut así lo hizo, encontró un agricultor que le ofreció trabajo, y estuvo durante dos años viviendo con el agricultor, Moyut cocinaba atún para él y mientras aprendía de agricultura y de los frutos que cultivaba. Un día decidió añadir a su plato de atún, cerezas y el resultado fue enriquecedor. Un atardecer, mientras estaba recogiendo cerezas, se le apareció Jadir y le dijo:
-Deja este trabajo, ve a la ciudad de Córdoba y usa los ahorros para convertirte en un mercader de especias.

Moyut obedeció. En Córdoba se hizo conocido como mercader de especias y no volvió a ver a Jadir durante tres años. Había ahorrado una suma considerable de dinero y estaba pensando en comprar una casa, cuando Jadir volvió a aparecérsele y le dijo:
-Dame tu dinero. Vete de esta ciudad. Ve tan lejos como Granada, y trabaja allí como almacenero.

Moyut lo hizo. En realidad empezó a mostrar signos bastante ciertos de iluminación en Granada, a los pies de La Alhambra. Curaba a los enfermos, servía a sus conciudadanos y durante su tiempo libre atendía a filósofos, hombres de negocios, que le preguntaban:
-¿Con quién estudiaste? Es difícil decirlo -contestaba Moyut.

Sus discípulos le preguntaban, ¿Cómo empezaste tu carrera?, él replicaba, como un pequeño funcionario.

La gente se le acercaba para escribir la historia de su vida, y le preguntaban ¿Qué has hecho en tu vida para alcanzar tal sabiduría?

Moyut contestaba, diciéndoles sentaros a la mesa, él se metía en la cocina y preparaba “El Plato Del Hombre De La Vida Inexplicable o Atún Fresco Con Cerezas” que consistía en:

INGREDIENTES:

1kg De Atún, Zumo de un limón,3 dientes de ajo, Comino, Perejil, Clavo, Laurel, 1 Cebolla picada para el adobo, ½ cebolla para freír, Aceite de Oliva Virgen Extra, Pimienta, Sal, 1 vaso de agua de rosa o vino blanco seco, 300 grs. De Cerezas.

ELABORACIÓN:

Adobamos el Atún, en una mezcla de zumo de limón, comino, un poco de ajo machacado, perejil fresco, clavo y laurel, junto a un poco de cebolla. Dejamos toda una noche en el adobo. Al día siguiente lo retiramos del adobo y lo cortamos en daditos. En una sartén con aceite, y un poco de cebolla, sofreímos el pescado. Preparamos una cazuela con el agua de rosa (o vino blanco), sal, pimienta, laurel, clavo y cuando haya comenzado a hervir añadir las cerezas. Cuando la fruta esté cocinada, introducimos el pescado y hervimos lentamente durante unos minutos. Servir con su salsa.

Les servía este plato y les decía que en ese plato estaba el resumen de su vida y su sabiduría.

-Pero este plato tan delicioso no ilumina para nada tus dones tan extraños y tus ejemplos maravillosos, decían los biógrafos.

Y Moyut solo concluía “Quien camina siempre en línea recta, no puede llegar muy lejos” y con esa frase se despedía de ellos, solo los más lúcidos, comprendían que para alcanzar la sabiduría hay que experimentar y contraponer experiencias, tal como era aquél plato, una mezcla de experiencias y sabiduría.

Y después de esta bonita historia, ahí va cómo la he hecho yo:

 
Ingredientes:
500 gr de solomillo de atún
180 gr de cerezas
1 limón
2 dientes de ajo
Comino molido
Clavo molido
Laurel molido
2 ramitas de perejil
1 cebolla mediana para el adobo
1 cebolla pequeña para el sofrito
Aceite de oliva virgen extra
   (he usado Olisierrra Gourmet)
Vino blanco seco
  (he usado Fino Romería)
Sal


Elaboración:
Lo primero que tememos que hacer es adobar el atún. Para ello, ponemos en un recipiente en el que nos quepa el atún, el zumo de un limón, comino molido, los dos ajos prensados con un prensaajos, las ramitas de perejil bien picaditas, un poquito de clavo molido, un poco de laurel molido (o un par de hojas de laurel hechas trocitos con las manos) y un poco de sal.

Metemos dentro de ese recipiente el trozo de atún, impregnándolo bien con la mezcla por todos lados. Lo tapamos y lo guardamos en el frigorífico unas horas, mejor si es de un día para otro.

Sacamos el atún del adobo, lo enjuagamos y lo secamos con papel de cocina.

Partimos el atún en dados.

Cubrimos el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra.

Marcamos a fuego fuerte los dados de atún, sin poner muchos en cada ocasión para controlar la temperatura. Los vamos reservando en un plato.

Picamos la cebolla más pequeña que teníamos reservada para el sofrito, y ponemos a escurrir la que teníamos en el adobo, que está impregnada del sabor de las especias.

En la misma sartén donde hemos marcado el atún añadimos un poco más de aceite y sofreímos la cebolla que acabamos de picar y la que teníamos en el adobo.

Mientras se sofríe la cebolla, vamos quitando el hueso a las cerezas. Yo he estrenado por fin un aparatejo que tengo para ello. Si no teméis ese artilugio, las partís por la mitad y así podréis quitar el hueso con facilidad.

Cuando la cebolla esté bien sofrita, le añadimos el jugo del adobo y un buen chorreón de vino fino.

Incorporamos inmediatamente las cerezas y las dejamos unos minutos, hasta que estén cocinadas.

Por último, añadimos el atún que teníamos reservado con todo el jugo que haya soltado en el plato. 

Lo salteamos ligeramente para que el centro de cada dado de atún no se cocine del todo. Debe quedar sonrosado para que esté jugoso.

¡Y listo para servir!


¡Buen provecho!

11 abril 2014

Torrijas al vapor








Hoy viernes 11 de abril ha sido declarado el día de la torrija #diadelatorrija, y yo me animado a participar con estas torrijas al vapor. Las torrijas habituales que hacemos en casa son las torrijas tradicionales  mojadas en leche. El año pasado también publiqué unas torrijas diferentes que son una perdición: las torrijas rellenas de crema pastelera. Este año, para compensar, me he decidido por una versión más ligera, en la cual las torrijas no van fritas, sino que se cocinan al vapor. Yo las he hecho en el recipiente Varoma de mi thermomix. En realidad, a mi me recuerdan más a la leche frita que a las torrijas, pero realmente están riquísimas y nos ahorramos bastantes calorías, que nunca viene mal a estas alturas del año…


Ingredientes:
1 litro de leche (la mía, desnatada)
Pan de torrijas
 (o una barra de pan del día anterior)
160 gr de azúcar
1 cáscara de limón
1 trozo de canela en rama
2 huevos
Un trocito de mantequilla
Bolsas de asar o film transparente
Canela molida para rebozar
Más azúcar para rebozar

Elaboración:
Si no tenemos el pan en rebanadas, las partimos con unos 2 cm de grosor (las mías ya venían cortadas)
Ponemos a dar un hervor el litro de leche, los 160 gr de azúcar, la cáscara de limón y la canela en rama para aromatizar la leche. Si lo hacemos en Thermomix, lo ponemos todo en el vaso y programamos 12 min, 100º, giro a la izq y velocidad cuchara. 

Lo dejamos enfriar un poco. Se enfriará antes si lo pasamos a una fuente.

Mientras se enfría la leche, derretimos el trocito de mantequilla unos segundos en el microondas.

Engrasamos las bolsas de asar por la parte de dentro, para que no se nos queden pegadas las torrijas cuando las cocinemos al vapor. Si en vez de bolsas de asar usamos film transparente, lo partimos en cuadraditos y untamos una de las caras de cada cuadrado con la mantequilla derrretida.

Ponemos los dos huevos en un plato hondo y los batimos bien.

Vamos poniendo las rebanadas de pan en la fuente de la leche, dejando que empapen bien para que luego queden bien jugosas.

Vamos pasando las rebanadas de pan empapadas en leche por el huevo batido.

Y las vamos colocando dentro de la bolsa de asar que habíamos untando por dentro con la mantequilla derretida.

Podemos cocinar al vapor en el varoma hasta dos bolsas a la vez, una en la parte inferior y otra sobre la bandeja intermedia.

Ponemos en el vaso de la Thermomix 1 litro de agua, ponemos el cubilete y programamos 30 min, velocidad 1 ½, temperatura varoma. Cuando la máquina indique que el agua ha llegado a la temperatura varoma, quitamos el cubilete y colocamos el recipiente varoma sobre la tapadera de la Thermomix.

Cuando termine la cocción al vapor, sacamos las bolsas del varoma con cuidado de no quemarnos y ponemos el grill del horno a calentar a máxima potencia.

En un plato hondo, ponemos unas cucharadas de azúcar y un poco de canela y lo mezclamos bien.

Vamos pasando las rebanadas ya cocidas al vapor por el azúcar con canela, cubriéndolas bien por todos lados.

Pasamos las rebanadas de la bolsa de asar a una bandeja de horno que habremos cubierto con papel de hornear.

Metemos la bandeja en la parte de arriba, para que estén cerca del gratinador, y las dejamos que se doren bien.

Si no queremos o no podemos usar horno, también podemos caramelizarlas con un soplete.

Las sacamos del horno cuando veamos que están doraditas. Aunque las haga en el horno, me gusta acabar de caramelizar el azúcar con un soplete para que quede una capita bien crujiente en la parte de arriba de cada torrija.

Así quedan las caramelizadas con soplete, sin meter en el horno:

Y así las gratinadas en el horno, y terminadas de caramelizar con el soplete:

Y este es el corte, para que veáis lo jugosas que quedan y la costrita de caramelo que le queda por encima:


¡Buen provecho!