Hoy
os traigo una riquísima tarta de chocolate, pero con mucho, muchísimo
chocolate: en el bizcocho, en el relleno, en la trufa con la que se cubre el
bizcocho y en las bolitas con las que se adorna. Fue la tarta que hice para mi
amiga Cristina, que cumplió años allá por junio. A ver si consigo ponerme las
pilas y actualizar un poco más el blog, que tengo muchísimas cosas para
publicar y poco tiempo para hacerlo…
Esta
tarta es conveniente hacerla en dos fases:
El
primer día preparamos el ganaché de chocolate
(que usaremos bien tanto para el relleno como para la cobertura de trufa) y el
bizcocho de chocolate (para que asiente bien).
El
segundo día haremos el almíbar de dulce de leche (aunque también podríamos
hacerlo el día anterior) y montaremos el ganaché para convertirlo en trufa. Y
con todos los elementos listos, montaremos la tarta propiamente dicha.
Parece
muy laboriosa, pero sólo es cuestión de organizarse bien. Lo importante es
enfriar bien el ganaché para que la trufa monte bien, por lo que lo haremos el
día anterior o al menos 4 o 5 horas antes.
Ingredientes:
Para
el ganaché de chocolate:
500
+ 200 ml de nata
500
gr de chocolate de postres
75
gr de mantequilla
Opcional:
30 gr de azúcar
(según sea el chocolate de dulce)
4
huevos
130
gr de chocolate de cobertura
130
gr de mantequilla
1
yogur natural
1
cucharada de vainilla en pasta
180
gr de harina bizcochona
(o harina + levadura en polvo)
Opcional:
aroma de naranja
Para
el almíbar de dulce de leche:
120
gr de agua
120
gr de azúcar
2
cucharadas soperas de dulce de leche
Para
adornar la tarta:
Bolitas
de cereales cubiertas de chocolate
(yo
he usado 600 gr de Maltesers: 17 paquetitos)
Elaboración:
Como
ya he comentado, el primer día elaboraremos el ganaché de chocolate (para poder
enfriarlo bien para hacer trufa) y el bizcocho de chocolate (para que asiente
mejor y empape mejor el almíbar con el que lo vamos a calar). También podemos
incluso hacer el almíbar de dulce de leche, aunque este da igual hacerlo el día
1 o el día 2.
Ganaché de chocolate:
Ponemos
en un cazo 500 ml de nata y los 75 gr de mantequilla al fuego, justo hasta que
rompa a hervir (si añadiéramos el azúcar también lo pondríamos en este paso,
aunque yo no suelo añadirlo a pesar de lo golosa que soy porque el chocolate
que uso está suficientemente azucarado).
Retiramos
el cazo del fuego y añadimos los 500 gr de chocolate de cobertura en trocitos.
Lo
mezclamos bien hasta que esté el chocolate bien integrado.
Lo
guardamos en un recipiente cubierto con papel film (bien pegado a la superficie
para que no forme costra), y en cuanto se enfríe lo guardamos en la nevera
hasta el día siguiente (mínimo: 4 o 5 horas).
Bizcocho de chocolate:
Precalentamos
el horno a 180º (calor arriba y abajo, con ventilador)
Derretimos
la mantequilla junto al chocolate al microondas durante 1 minuto
Lo
dejamos reposar otros dos minutos, para que se reparta bien todo el calor.
Lo
mezclamos bien, hasta que el chocolate quede bien integrado.
Poner
en la Thermomix, con la mariposa, los huevos y el azúcar y programar a 37º,
6 minutos, vel 3.
Cuando
termine, programar otros 6 minutos a vel 3, sin temperatura
Añadir
a la Thermomix el yogur y la pasta de vainilla (y una pizquita de aroma de
naranja, si se la queremos poner). Añadir el chocolate templado. Mezclar 4
seg, velocidad 3.
Bajar
los resto de las paredes y añadir la harina bizcochona (o la harina + levadura
en polvo). Mezclar
5 seg, vel 3.
Terminar
de mezclar los restos de harina con una espátula y verter sobre un molde
redondo (el mío, desmontable de 23 cm).
Dejar
caer 2 o 3 veces el molde sobre la encimera para que salgan a la superficie las
burbujas de aire que hayan quedado en la masa.
Hornear
a 180º unos 30 minutos (hasta que al pincharlo con una broqueta salga limpia).
Sacar
del horno y dejar enfriar.
Cuando esté bien frío, meterlo en una bolsa de
plástico y cerrarlo bien, hasta el día siguiente, para que se conserve
blandito.
Almíbar de dulce de leche:
Poner
en un cazo a hervir los 120 gr de agua + los 120gr de azúcar. Dejar hervir 2 o
3 minutos, removiendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva bien.
Ya
fuera del fuego, añadir las 2 cucharadas de dulce de leche.
Lo
mezclamos bien hasta que se haya disuelto completamente.
Lo
dejamos enfriar un poco y lo metemos en un biberón de cocina, para que nos sea
más fácil de usar para calar el bizcocho con él.
Montaje de la tarta:
Sacamos
el bizcocho de la bolsa y con una lira o con un cuchillo lo partimos en tres
capas.
Para
no perder la posición correcta de ninguna de las capas, ponemos un palillo en
cada una de las capas, alineados verticalmente. Así cuando separemos las capas
para calarlas y rellenarlas tendremos la referencia de su posición exacta para
volverlas a colocar correctamente.
Ponemos
la bandeja que vayamos a usar para servir la tarta, y cubrimos todo el
alrededor de lo que ocupa el bizcocho con tres trozos de papel de horno. Este
papel se ensuciará seguro en el montaje de la tarta, pero al final lo podremos
retirar y la bandeja quedará completamente limpia. De hecho, si se ensucian
mucho estos papeles los podremos sustituir fácilmente por otros nuevos
deslizándolos por debajo y tirando después hacia fuera de los sucios para
retirarlos.
Mojamos
generosamente esta primera capa de bizcocho con el almíbar de dulce de leche,
haciendo especial hincapié en los bordes, que siempre quedan más secos.
Repartimos
por encima una buena cantidad de ganaché de chocolate. Si está demasiado duro
por estar en el frigorífico podemos ablandar la cantidad que vayamos
necesitando para el relleno metiéndolo unos segundos en el microondas, pero es
importante que el resto siga estando bien frío para conseguir montarlo y que se
transforme en trufa.
Repartimos
bien el ganaché por toda la superficie.
Colocamos
encima la capa central, guiándonos por las referencias de los palillos. Calamos
también esta capa con almíbar de dulce de leche.
Cubrimos
también esta capa con ganaché de chocolate de forma generosa.
Antes
de colocar la última capa, la mojamos también con el almíbar, pero por la parte
de abajo, que es más porosa. La colocamos encima de las otras dos, de nuevo
alineando los palillos.
La
superficie de encima del bizcocho la vamos a cubrir de trufa para que sea más fácil
pegar las bolitas a la tarta. Para ello, tenemos que montar lo que nos queda de
ganaché de chocolate bien con varillas eléctricas, con la Thermomix y su
mariposa o con cualquier otro robot que nos permita montar nata. Yo he usado la
Kitchenaid, con el accesorio de varillas. Dado que nuestro ganaché está
compuesto mitad por nata mitad por chocolate debemos añadir nata de montar
(también bien fría) para que la trufa quede más cremosa. Yo le he añadido unos
200 ml de nata junto con el ganaché. Lo he batido primero a velocidad 2, para
luego subir hasta la velocidad 6.
Este
ha sido el resultado:
Ponemos
esta trufa sobre la tarta y la repartimos cuidadosamente por toda la
superficie, incluyendo los laterales y procurando que quede con forma de
semiesfera.
Ya
sólo nos queda colocar las bolitas de chocolate sobre la tarta, presionando
ligeramente cada una de ellas sobre la superficie para que se adhieran bien a
la trufa y queden bien sujetas. Lo mejor es empezar por las filas centrales
para que todas las bolitas queden mejor alineadas:
No intentéis encajar más
bolitas de las que caben el cada línea, porque os levantará algunas que ya
tengáis colocadas.
Rellenamos
una de las mitades de la tarta, fila a fila.
Y
luego completamos la otra mitad.
Y
ya sólo nos queda retirar el papel de horno de alrededor…
¿A
que queda bonita?
Aquí
está ya lista para ser transportada a casa de la cumpleañera.
Así
lució, con sus velas encima:
Y
aquí os pongo una foto del corte, para que veáis lo jugosita que quedó:
¡Buen
provecho!