La semana pasada fue el tercer cumpleaños de mi pequeñín. Le pregunté de qué quería su tarta y contestó que de Pocoyó, así que me puse manos a la obra y esto fue lo que salió.
La tarta esté hecha de bizcocho de chocolate blanco, mojadita con almíbar de anís estrellado y rellena de dulce de leche casero.
El dulce de leche se puede hacer con antelación (ver la receta aquí), el bizcocho es recomendable hacerlo la noche anterior para que se asiente mejor (ver la receta aquí). Preferí hacer dos planchas en lugar de un único bizcocho para que quede más uniforme tanto por el centro como por los lados. El resto del proceso lo vemos a continuación.
Tenemos que hacer un almíbar para mojar un poco el bizchocho. Hay que poner agua, azúcar y un anís estrellado hasta conseguir un almíbar. Lo dejamos templar.
Cortamos con un cortapizzas las planchas de bizcocho del tamaño deseado. En este caso preferí hacerlas rectangulares para incluir también el nombre de Gonzalo bajo el dibujo de Pocoyó. Lo mejor es sacar una plantilla en papel para que controlemos el tamaño.
Mojamos con el almíbar las dos planchas de bizcocho por la parte de abajo para que lo absorba mejor.
Cubrimos con una buena capa de dulce de leche la plancha que vamos a colocar en la parte de debajo de la tarta
Lo extendemos muy bien por toda la superficie
Colocamos encima la otra plancha de bizcocho, con la parte mojada de almíbar hacia el dulce de leche. Si os fijais en la esquina, a veces es necesario poner un pequeño trocito de los recortes para que la tarta quede lo más plana posible.
Cubrimos de nuevo con una capa muy fina de dulce de leche (servirá de pegamento para el fondant que pondremos encima)
Estiramos con el rodillo el fondant (en este caso he utilizado uno con sabor a nubes de la marca FunCakes que estaba muy bueno). Cuando lo hayamos estirado lo suficiente lo enrollamos en en propio rodillo hacia nosotros.
Lo desenrollamos sobre la tarta
Y lo adaptamos bien con las manos a la forma de la tarta. En este caso, como tenemos esquinas, es conveniente empezar por ellas para que luego no tengamos que hacer pliegues. Pasamos bien la mano por toda la tarta para que quede bien pegado por todas partes.
Cortamos todo el sobrante con un cortapizzas.
Para hacer el dibujo de Pocoyó tenemos que teñir la masa con colorantes comestibles. Para no teñirnos las manos, es conveniente mezclar la masa con el colorante dentro de una bolsita de uso alimentario.
Vamos cortando las figuras necesarias y las vamos colocando sobre la tarta.
Ya solo faltaban las velitas...