06 octubre 2015

Tarta de bolitas de chocolate


Hoy os traigo una riquísima tarta de chocolate, pero con mucho, muchísimo chocolate: en el bizcocho, en el relleno, en la trufa con la que se cubre el bizcocho y en las bolitas con las que se adorna. Fue la tarta que hice para mi amiga Cristina, que cumplió años allá por junio. A ver si consigo ponerme las pilas y actualizar un poco más el blog, que tengo muchísimas cosas para publicar y poco tiempo para hacerlo…

Esta tarta es conveniente hacerla en dos fases:
El primer día preparamos el ganaché de chocolate (que usaremos bien tanto para el relleno como para la cobertura de trufa) y el bizcocho de chocolate (para que asiente bien).
El segundo día haremos el almíbar de dulce de leche (aunque también podríamos hacerlo el día anterior) y montaremos el ganaché para convertirlo en trufa. Y con todos los elementos listos, montaremos la tarta propiamente dicha.
Parece muy laboriosa, pero sólo es cuestión de organizarse bien. Lo importante es enfriar bien el ganaché para que la trufa monte bien, por lo que lo haremos el día anterior o al menos 4 o 5 horas antes.

Ingredientes:
 
Para el ganaché de chocolate:
500 + 200 ml de nata
500 gr de chocolate de postres
75 gr de mantequilla
Opcional: 30 gr de azúcar
   (según sea el chocolate de dulce)

 
Para el bizcocho de chocolate:
4 huevos
130 gr de chocolate de cobertura
130 gr de mantequilla
1 yogur natural
1 cucharada de vainilla en pasta
180 gr de harina bizcochona
   (o harina + levadura en polvo)
Opcional: aroma de naranja
 

Para el almíbar de dulce de leche:
120 gr de agua
120 gr de azúcar
2 cucharadas soperas de dulce de leche

  

Para adornar la tarta:
Bolitas de cereales cubiertas de chocolate
(yo he usado 600 gr de Maltesers: 17 paquetitos)

Elaboración:

Como ya he comentado, el primer día elaboraremos el ganaché de chocolate (para poder enfriarlo bien para hacer trufa) y el bizcocho de chocolate (para que asiente mejor y empape mejor el almíbar con el que lo vamos a calar). También podemos incluso hacer el almíbar de dulce de leche, aunque este da igual hacerlo el día 1 o el día 2.

Ganaché de chocolate:
Ponemos en un cazo 500 ml de nata y los 75 gr de mantequilla al fuego, justo hasta que rompa a hervir (si añadiéramos el azúcar también lo pondríamos en este paso, aunque yo no suelo añadirlo a pesar de lo golosa que soy porque el chocolate que uso está suficientemente azucarado). 

Retiramos el cazo del fuego y añadimos los 500 gr de chocolate de cobertura en trocitos.

Lo mezclamos bien hasta que esté el chocolate bien integrado.

Lo guardamos en un recipiente cubierto con papel film (bien pegado a la superficie para que no forme costra), y en cuanto se enfríe lo guardamos en la nevera hasta el día siguiente (mínimo: 4 o 5 horas).

Bizcocho de chocolate:
Precalentamos el horno a 180º (calor arriba y abajo, con ventilador)
Derretimos la mantequilla junto al chocolate al microondas durante 1 minuto

Lo dejamos reposar otros dos minutos, para que se reparta bien todo el calor.

Lo mezclamos bien, hasta que el chocolate quede bien integrado.

Poner en la Thermomix, con la mariposa, los huevos y el azúcar y programar a 37º, 6 minutos, vel 3.

Cuando termine, programar otros 6 minutos a vel 3, sin temperatura

Añadir a la Thermomix el yogur y la pasta de vainilla (y una pizquita de aroma de naranja, si se la queremos poner). Añadir el chocolate templado. Mezclar 4 seg, velocidad 3.

Bajar los resto de las paredes y añadir la harina bizcochona (o la harina + levadura en polvo). Mezclar 5 seg, vel 3.

Terminar de mezclar los restos de harina con una espátula y verter sobre un molde redondo (el mío, desmontable de 23 cm).

Dejar caer 2 o 3 veces el molde sobre la encimera para que salgan a la superficie las burbujas de aire que hayan quedado en la masa.

Hornear a 180º unos 30 minutos (hasta que al pincharlo con una broqueta salga limpia).
Sacar del horno y dejar enfriar. 

Cuando esté bien frío, meterlo en una bolsa de plástico y cerrarlo bien, hasta el día siguiente, para que se conserve blandito.

Almíbar de dulce de leche:
Poner en un cazo a hervir los 120 gr de agua + los 120gr de azúcar. Dejar hervir 2 o 3 minutos, removiendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva bien.

Ya fuera del fuego, añadir las 2 cucharadas de dulce de leche.

Lo mezclamos bien hasta que se haya disuelto completamente.

Lo dejamos enfriar un poco y lo metemos en un biberón de cocina, para que nos sea más fácil de usar para calar el bizcocho con él.

Montaje de la tarta:
Sacamos el bizcocho de la bolsa y con una lira o con un cuchillo lo partimos en tres capas.

Para no perder la posición correcta de ninguna de las capas, ponemos un palillo en cada una de las capas, alineados verticalmente. Así cuando separemos las capas para calarlas y rellenarlas tendremos la referencia de su posición exacta para volverlas a colocar correctamente.

Ponemos la bandeja que vayamos a usar para servir la tarta, y cubrimos todo el alrededor de lo que ocupa el bizcocho con tres trozos de papel de horno. Este papel se ensuciará seguro en el montaje de la tarta, pero al final lo podremos retirar y la bandeja quedará completamente limpia. De hecho, si se ensucian mucho estos papeles los podremos sustituir fácilmente por otros nuevos deslizándolos por debajo y tirando después hacia fuera de los sucios para retirarlos.

Mojamos generosamente esta primera capa de bizcocho con el almíbar de dulce de leche, haciendo especial hincapié en los bordes, que siempre quedan más secos.

Repartimos por encima una buena cantidad de ganaché de chocolate. Si está demasiado duro por estar en el frigorífico podemos ablandar la cantidad que vayamos necesitando para el relleno metiéndolo unos segundos en el microondas, pero es importante que el resto siga estando bien frío para conseguir montarlo y que se transforme en trufa.

Repartimos bien el ganaché por toda la superficie.

Colocamos encima la capa central, guiándonos por las referencias de los palillos. Calamos también esta capa con almíbar de dulce de leche.

Cubrimos también esta capa con ganaché de chocolate de forma generosa.

Antes de colocar la última capa, la mojamos también con el almíbar, pero por la parte de abajo, que es más porosa. La colocamos encima de las otras dos, de nuevo alineando los palillos. 

La superficie de encima del bizcocho la vamos a cubrir de trufa para que sea más fácil pegar las bolitas a la tarta. Para ello, tenemos que montar lo que nos queda de ganaché de chocolate bien con varillas eléctricas, con la Thermomix y su mariposa o con cualquier otro robot que nos permita montar nata. Yo he usado la Kitchenaid, con el accesorio de varillas. Dado que nuestro ganaché está compuesto mitad por nata mitad por chocolate debemos añadir nata de montar (también bien fría) para que la trufa quede más cremosa. Yo le he añadido unos 200 ml de nata junto con el ganaché. Lo he batido primero a velocidad 2, para luego subir hasta la velocidad 6.
 
Este ha sido el resultado:

Ponemos esta trufa sobre la tarta y la repartimos cuidadosamente por toda la superficie, incluyendo los laterales y procurando que quede con forma de semiesfera.

Ya sólo nos queda colocar las bolitas de chocolate sobre la tarta, presionando ligeramente cada una de ellas sobre la superficie para que se adhieran bien a la trufa y queden bien sujetas. Lo mejor es empezar por las filas centrales para que todas las bolitas queden mejor alineadas:

No intentéis encajar más bolitas de las que caben el cada línea, porque os levantará algunas que ya tengáis colocadas.
Rellenamos una de las mitades de la tarta, fila a fila.

Y luego completamos la otra mitad.

Y ya sólo nos queda retirar el papel de horno de alrededor…

¿A que queda bonita?


Aquí está ya lista para ser transportada a casa de la cumpleañera.


Así lució, con sus velas encima:

Y aquí os pongo una foto del corte, para que veáis lo jugosita que quedó: 

¡Buen provecho!