Ha
llegado de nuevo el último domingo del mes (y en este caso, del año), y con él
vuelve el Asaltablogs.
Este mes, con motivo de las fiestas navideñas, el asalto lo hemos realizado de
una manera especial: hemos hecho un “asaltador invisible” en el que todos asaltamos
y todos somos asaltados. A mi me ha correspondido asaltar el blog de Magdalena De la huerta a la
cazuela. Es un blog muy variado con el que incluso llegué a compartir
botín en el mes de agosto con la receta de Marmitako,
y que ha sido un placer explorar con detenimiento y tranquilidad. A pesar de
tentarme varias de sus propuestas, entre ellas muchas muy propias de estas
fechas navideñas, al final he hecho honor a su dueña y me he quedado con unas
fantásticas magdalenas,
las sobradamente conocidas de Xavier Barriga. Quedan espectaculares, así que
estoy encantada de incluirlas en mi blog para tener la recetilla siempre a
mano. Es que aunque estemos en Navidad, unas buenas magdalenas son unas buenas
magdalenas…
Ingredientes:
2
huevos XL o 3 medianos (125 gr de huevo)
175
azúcar
60
ml leche
190
ml aceite (yo uso aceite de oliva virgen)
210 g harina de repostería
1
sobre de levadura Royal
Una
pizca de sal
Ralladura
de 1 limón
½
cucharadita de canela
50
gr de pepitas de chocolate (opcional)
Elaboración:
El
paso a paso con fotografías lo he realizado usando mi KitchenAid, pero previamente
os voy a explicar como hacer la masa con Thermomix:
Ponemos
en el vaso la harina, la levadura, la piel de limón y un pellizco de canela.
Trituramos 30 seg., vel. 5-10. Retiramos la mezcla en un bol y reservamos.
Ponemos la mariposa en las cuchillas. Incorporamos los huevos y el azúcar y programamos durante 3 min, 37º, vel 3,5. Cuando termine, volvemos a programar durante otros 3 min, vel 3,5 sin temperatura.
Ponemos la mariposa en las cuchillas. Incorporamos los huevos y el azúcar y programamos durante 3 min, 37º, vel 3,5. Cuando termine, volvemos a programar durante otros 3 min, vel 3,5 sin temperatura.
Añadimos
la leche, el aceite y la sal, y mezclamos 15 seg, vel 2,5.
Retiramos la mariposa e incorporamos la harina con levadura aromatizadas al vaso de la Thermomix y mezclamos durante 15 seg, vel 2. Si no se ha integrado bien la harina, terminamos de hacerlo a mano con una espátula.
Para
hacer esta misma masa con la KitchenAid, seguiremos el siguiente
procedimiento:
Ponemos
los huevos y el azúcar en el bol
Mezclamos
con las varillas primero a baja velocidad, y cuando se vayan integrando subimos
la velocidad. Debemos batirlos unos 5 minutos.
Añadimos
la leche y el aceite, y mezclamos 3 minutos.
Añadimos
la harina tamizada, el sobre de levadura, la sal, la canela y la ralladura de
limón. Mezclamos 4 minutos a velocidad baja.
Ponemos
la masa en un Tupper y la dejamos en la nevera como mínimo 1 hora para que se
hidrate la harina. Podemos dejarla toda la noche e incluso durante 24 h.
Al
sacar la masa de la nevera, precalentar el horno a 250º,
calor arriba y abajo con turbo si es posible. Removemos bien la masa para que
desaparezcan las burbujas que se han formado.
Como
en este momento decidí incorporar pepitas de chocolate, las añadí a la masa y
mezclé con una espátula, aunque hubiera sido mejor incorporarlas antes de dejar
reposar la masa en la nevera para que no se fueran al fondo al hornear las
magdalenas.
La
masa de esta receta es bastante espesa, por lo que para mi es más fácil
rellenar las cápsulas usando una manga pastelera. Para que me sea más fácil
poner la masa en la manga cuando no dispongo de pinche, utilizo una jarra alta
para que me la sujete.
Ponemos
las cápsulas de papel dentro de flaneras individuales de aluminio o en bandejas
metálicas de magdalenas o cupcakes. De esta forma, las magdalenas crecerán a lo
alto y no a lo ancho, y quedarán “de alto copete”. Llenamos las cápsulas a ¾ de
su capacidad.
Espolvoreamos
con un poco de azúcar en cada una de ellas, pero sin pasarnos mucho, porque el
peso del azúcar impedirá que suban con facilidad.
Cuando
el horno alcanza los 250º metemos las magdalenas y bajamos la temperatura a
180º durante unos 15-18 minutos. A mucha gente no les gusta hornearlas usando
el aire porque consideran que tuerce el copete. En mi caso, me suben más y
mejor cuando las horneo con el aire puesto. Lo que sí que es fundamental es no
abrir la puerta del horno hasta que no hayan subido del todo y estén doradas,
porque se bajarían y no volverían a subir más.
Cuando
están bien doraditas, las sacamos del horno y las dejamos reposar 2 o 3 minutos
dentro de las flaneras de aluminio.
Pasado
ese tiempo, las sacamos de las flaneras y las ponemos a enfriar sobre una
rejilla.
Quedan
muuuuy esponjosas y realmente deliciosas.
Mirad
el corte tan bueno (aunque se hayan bajado las pepitas de chocolate al fondo):
¡Buen
provecho!