Volvemos
con un plato para el Reto
Nazarí propuesto por el Restaurante
Ruta del Veleta. En este caso se trata de un atún fresco con
cerezas, una combinación de sabores junto con un conjunto de especias sorprendente y muy rica. Los que bien me
conocen saben que el atún y yo no nos llevamos muy bien, pero os aseguro que me
lo he comido y que me ha gustado. Lo peor de esta receta ha sido conseguir
cerezas a primeros de abril, y una vez encontradas, pagarlas. Parece que son
las primeras producidas en España y con una producción delicada y limitada. El
susto fue considerable: ni más ni menos que 80 € / Kg. Así que ahí tienes a mi
marido regateando el precio con el encargado de la frutería de Hipercor… Parece
que se hizo famoso, porque por la tarde llegó Ana
María de Cocinando entre olivos y ya le hablaron del “chico
que se las había llevado para una receta de atún con cerezas para internet”. Al
menos ha sido divertida la compra de las cerezas…
Si
queréis hacerla, esperad a que las cerezas estén de temporada, que no queda
tanto ;)
Esta
es la historia sobre la receta que nos cuentan en el Reto Nazarí:
Había una vez un hombre llamado
Moyut. Vivía en la antigua Cádiz, donde había obtenido un puesto como
funcionario (en aquella época uno de los mejores puestos que se podían
obtener).
Nuestro amigo, satisfecho con su situación económica, pero desencantado con su vida en general. Iba paseando una tarde de Verano, cuando se encontró con Jadir (Jadir era el líder espiritual de los Sufíes en la época) y le dijo a Moyut.
Nuestro amigo, satisfecho con su situación económica, pero desencantado con su vida en general. Iba paseando una tarde de Verano, cuando se encontró con Jadir (Jadir era el líder espiritual de los Sufíes en la época) y le dijo a Moyut.
-Hombre de brillantes perspectivas, deja tu trabajo y encuéntrame junto al mar dentro de tres días, y desapareció.
Moyut fue a ver a su superior, y le dijo que tenía que partir. Todo el mundo en la ciudad se enteró pronto de esta decisión, y dijeron: "Pobre Moyut, se ha vuelto loco".
En el día señalado Moyut se encontró con Jadir, el cual le dijo:
-Quítate las ropas y arrójate al
mar. Quizás alguien te salvará.
Moyut lo hizo sin dudar. Puesto que sabía nadar no se ahogó, pero fue arrastrado por las aguas hasta que un pescador lo subiera a su bote y le dijera:
-Estás loco pero te llevaré a mi
cabaña junto al mar, y veremos qué puedo hacer por ti.
Moyut en deuda con el pescador le enseñó a leer y a escribir, y el pescador por el contrario le enseñó a cocinar el atún.
Después de 6 meses, Jadir volvió a aparecer, esta vez al pie de la cama de Moyut, y le dijo:
-Levántate y deja a este pescador, y
busca algún agricultor que te quiera dar trabajo.
Moyut así lo hizo, encontró un agricultor que le ofreció trabajo, y estuvo durante dos años viviendo con el agricultor, Moyut cocinaba atún para él y mientras aprendía de agricultura y de los frutos que cultivaba. Un día decidió añadir a su plato de atún, cerezas y el resultado fue enriquecedor. Un atardecer, mientras estaba recogiendo cerezas, se le apareció Jadir y le dijo:
-Deja este trabajo, ve a la ciudad
de Córdoba y usa los ahorros para convertirte en un mercader de especias.
Moyut obedeció. En Córdoba se hizo conocido como mercader de especias y no volvió a ver a Jadir durante tres años. Había ahorrado una suma considerable de dinero y estaba pensando en comprar una casa, cuando Jadir volvió a aparecérsele y le dijo:
-Dame tu dinero. Vete de esta
ciudad. Ve tan lejos como Granada, y trabaja allí como almacenero.
Moyut lo hizo. En realidad empezó a mostrar signos bastante ciertos de iluminación en Granada, a los pies de La Alhambra. Curaba a los enfermos, servía a sus conciudadanos y durante su tiempo libre atendía a filósofos, hombres de negocios, que le preguntaban:
-¿Con quién estudiaste? Es difícil decirlo -contestaba Moyut.
Moyut lo hizo. En realidad empezó a mostrar signos bastante ciertos de iluminación en Granada, a los pies de La Alhambra. Curaba a los enfermos, servía a sus conciudadanos y durante su tiempo libre atendía a filósofos, hombres de negocios, que le preguntaban:
-¿Con quién estudiaste? Es difícil decirlo -contestaba Moyut.
Sus discípulos le preguntaban, ¿Cómo empezaste tu carrera?, él replicaba, como un pequeño funcionario.
La gente se le acercaba para escribir la historia de su vida, y le preguntaban ¿Qué has hecho en tu vida para alcanzar tal sabiduría?
Moyut contestaba, diciéndoles sentaros a la mesa, él se metía en la cocina y preparaba “El Plato Del Hombre De La Vida Inexplicable o Atún Fresco Con Cerezas” que consistía en:
INGREDIENTES:
1kg De Atún, Zumo de un limón,3 dientes de ajo, Comino, Perejil, Clavo, Laurel, 1 Cebolla picada para el adobo, ½ cebolla para freír, Aceite de Oliva Virgen Extra, Pimienta, Sal, 1 vaso de agua de rosa o vino blanco seco, 300 grs. De Cerezas.
ELABORACIÓN:
Adobamos el Atún, en una mezcla de zumo de limón, comino, un poco de ajo machacado, perejil fresco, clavo y laurel, junto a un poco de cebolla. Dejamos toda una noche en el adobo. Al día siguiente lo retiramos del adobo y lo cortamos en daditos. En una sartén con aceite, y un poco de cebolla, sofreímos el pescado. Preparamos una cazuela con el agua de rosa (o vino blanco), sal, pimienta, laurel, clavo y cuando haya comenzado a hervir añadir las cerezas. Cuando la fruta esté cocinada, introducimos el pescado y hervimos lentamente durante unos minutos. Servir con su salsa.
Les servía este plato y les decía que en ese plato estaba el resumen de su vida y su sabiduría.
-Pero este plato tan delicioso no ilumina para nada tus dones tan extraños y tus ejemplos maravillosos, decían los biógrafos.
Y Moyut solo concluía “Quien camina siempre en línea recta, no puede llegar muy lejos” y con esa frase se despedía de ellos, solo los más lúcidos, comprendían que para alcanzar la sabiduría hay que experimentar y contraponer experiencias, tal como era aquél plato, una mezcla de experiencias y sabiduría.
Y
después de esta bonita historia, ahí va cómo la he hecho yo:
Ingredientes:
500
gr de solomillo de atún
180
gr de cerezas
1
limón
2
dientes de ajo
Comino
molido
Clavo
molido
Laurel
molido
2
ramitas de perejil
1
cebolla mediana para el adobo
1
cebolla pequeña para el sofrito
Aceite
de oliva virgen extra
(he usado Olisierrra Gourmet)
Vino
blanco seco
(he usado Fino Romería)
Sal
Elaboración:
Lo
primero que tememos que hacer es adobar el atún. Para ello, ponemos en un
recipiente en el que nos quepa el atún, el zumo de un limón, comino molido, los
dos ajos prensados con un prensaajos, las ramitas de perejil bien picaditas, un
poquito de clavo molido, un poco de laurel molido (o un par de hojas de laurel
hechas trocitos con las manos) y un poco de sal.
Metemos
dentro de ese recipiente el trozo de atún, impregnándolo bien con la mezcla por
todos lados. Lo tapamos y lo guardamos en el frigorífico unas horas, mejor si
es de un día para otro.
Sacamos
el atún del adobo, lo enjuagamos y lo secamos con papel de cocina.
Partimos
el atún en dados.
Cubrimos
el fondo de una sartén con aceite de oliva virgen extra.
Marcamos
a fuego fuerte los dados de atún, sin poner muchos en cada ocasión para
controlar la temperatura. Los vamos reservando en un plato.
Picamos
la cebolla más pequeña que teníamos reservada para el sofrito, y ponemos a
escurrir la que teníamos en el adobo, que está impregnada del sabor de las
especias.
En
la misma sartén donde hemos marcado el atún añadimos un poco más de aceite y
sofreímos la cebolla que acabamos de picar y la que teníamos en el adobo.
Mientras
se sofríe la cebolla, vamos quitando el hueso a las cerezas. Yo he estrenado
por fin un aparatejo que tengo para ello. Si no teméis ese artilugio, las
partís por la mitad y así podréis quitar el hueso con facilidad.
Cuando
la cebolla esté bien sofrita, le añadimos el jugo del adobo y un buen chorreón
de vino fino.
Incorporamos
inmediatamente las cerezas y las dejamos unos minutos, hasta que estén
cocinadas.
Por
último, añadimos el atún que teníamos reservado con todo el jugo que haya
soltado en el plato.
Lo
salteamos ligeramente para que el centro de cada dado de atún no se cocine del
todo. Debe quedar sonrosado para que esté jugoso.
¡Y
listo para servir!
¡Buen
provecho!
Riquísimo!!!! la verdad que el atún así sale muy bueno. Las cerezas las compré en almibar porque a mi también me pedían 85 euros el Kg y demás me tenía que llevar el kilo entero. Pero me alegré porque estaban un poco dulce y le daban un toque muy rico. Un besazo y suerte!!!!!
ResponderEliminar¡Madre mía con las cerezas! Al menos a mi marido sí que le vendieron 180 gr... Menos mal que, a pesar de no gustame el atún, este plato me he encantado, que así duele algo menos el "sablazo" de las cerezas.
EliminarUn besazo.
Pues yo me llevo las recetas y las haré en junio, que es cuando mi cerezo quizá se digne a darme un puñado, porque lleva una racha... La receta me parece espectacular y la presentación, de lo mejor. Felicidades y me la llevo. Un besazo.
ResponderEliminarSi, Carmina, ¡¡no vayas a comprar las cerezas a ese precio!! Si encima las tienes de cosecha propia, mejor que mejor... Y si no, úsalas de bote, como han hecho Carolina y Mª José, que también queda esupendo.
EliminarUn besote.
Qué rico plato y lo de las cerezas tiene miga, porque es verdad, que lo mejor es esperar a que estén de temporada. Es una receta es de 10, y me gusta mucho como te ha quedado.
ResponderEliminarUn beso
¡Muchas gracias! Es cuestión de esperar un poquito, que ya mismo están aquí. Aunque suena un poco raro lo de atún y cerezas, es un plato exquisito.
EliminarBesos.
Te ha quedado genial y con las cerezas frescas tiene que estar súper bueno! Enhorabuena! Besitos Patricia de Patty's Cake
ResponderEliminar¡Gracias, Patricia!
EliminarBesos.
Lo has bordado y ya he visto que has ganado ¡felicidades! Esta receta nunca se nos olvidará jajaja
ResponderEliminar¡Gracias, Ana Mª!
EliminarDesde luego que nos acordaremos de este reto... y en el Hipercor se acordarán de este reto, jajaja...
Besos.
Mira que la combinación no me llama nada, nada. Pero hijamía te ha quedado divino!!
ResponderEliminarMuack
Yo no soy nada fan del atún, pero te aseguro que esta combinación me encantó.
EliminarUn besazo.