Ingredientes:
3 o 4 patatas (unos 700 gr en limpio)
Sal
Aceite de oliva virgen extra
2 o 3 dientes de ajo
Perejil
1 cucharadita de pimentón
Un buen chorreón de vinagre
Elaboración:
Pelar las patatas y partirlas en rodajas finas
Poner a calentar el aceite en la sartén. Poner la patatas a freir a fuego flojito (preferiblemente tapadas).
Cuando estén las patatas, las sacamos de la sartén y escurrimos el aceite.
En un mortero majamos los ajos y el perejil con un poquito de sal.
En la misma satén de freir las patatas, con un poco del aceite que hemos usado antes, sofreimos el ajo y el perejil.
Cuando el ajo esté doradito apartamos la sartén del fuego y añadimos una cucharadita de pimentón, sin parar de remover para que no se queme. Añadimos las patatas que teníamos escurriendo y removemos bien.
Añadimos un buen chorreón de vinagre y seguimos removiendo. En seguida, cubrimos las patatas de agua y las dejamos hervir unos minutos.
Cuando casi no quede líquido, rectificamos de sal si es necesario y las dejamos reposar un poco para que terminen de absorverlo todo.