19 octubre 2010

Patatas de revoltón

 
Ingredientes:

   3 o 4 patatas (unos 700 gr en limpio)
   Sal
   Aceite de oliva virgen extra
   2 o 3 dientes de ajo
   Perejil
   1 cucharadita de pimentón
   Un buen chorreón de vinagre


Elaboración:

Pelar las patatas y partirlas en rodajas finas


Poner a calentar el aceite en la sartén. Poner la patatas a freir a fuego flojito (preferiblemente tapadas).


Cuando estén las patatas, las sacamos de la sartén y escurrimos el aceite.


En un mortero majamos los ajos y el perejil con un poquito de sal.
En la misma satén de freir las patatas, con un poco del aceite que hemos usado antes, sofreimos el ajo y el perejil.


Cuando el ajo esté doradito apartamos la sartén del fuego y añadimos una cucharadita de pimentón, sin parar de remover para que no se queme. Añadimos las patatas que teníamos escurriendo y removemos bien.



Añadimos un buen chorreón de vinagre y seguimos removiendo. En seguida, cubrimos las patatas de agua y las dejamos hervir unos minutos.


Cuando casi no quede líquido, rectificamos de sal si es necesario y las dejamos reposar un poco para que terminen de absorverlo todo.

Estas patatas quedan muy bien como guarnición de cualquier carne a la plancha.

17 octubre 2010

Sopa de cebolla

 
Ingredientes:
600 gr de cebolla
50 gr de aceite de oliva
50 gr de mantequilla
1 l de caldo de cocido
1 trozo de jengibre
Caramelo líquido
4 rebanadas de pan
Queso para gratinar

Elaboración:
Partir la cebolla en tiras finas

Calentar el aceite junto con la mantequilla
Pochar la cebolla en el aceite y mantequilla con un poco de sal
 Cuando empiece a estar doradita, añadir el jengibre rallado. Sofreir un par de minutos y retirar del fuego.


Escurrir el aceite

Poner en una cacerola la cebolla rehogada y cubrir con el caldo de cocido. Dejar hervir a fuego suave unos 10 minutos.
Mientras tanto, precalentar el horno en la posición gratinador a temperatura máxima.

Añadir un par de cucharadas de caramelo líquido y dar un ligero hervor.


Repartir la sopa en 4 cazuelitas individuales. Poner encima una o dos rebanadas de pan tostado (en tostadora o al horno) y un montoncito de queso para gratinar.


Gratinar en el horno hasta que el queso esté doradito. Es conveniente dejar que repose un rato fuera del horno porque mantiene muchísimo el calor.