Llevo tiempo viendo por internet una foto que me llamaba
muchísimo la atención: una serpiente decorada con fresas. No me he podido
reprimir y la he tenido que hacer. Para no complicarme, lo he hecho usando hojaldre
refrigerado. Es un postre muy sencillo y muy resultón, de los que me encanta
hacer con niños. En casa no duró ni un asalto…
1
lámina de hojaldre (mejor rectangular)
½
Kg de fresas
Para
la nata montada:
½
litro de nata para montar
(mínimo 35,1 % de materia grasa)
100
gr de azúcar glas
(suele ponerse 80 gr, pero a nosotros
nos
gusta más dulce)
Elaboración:
Lo
primero que haremos será crear una plantilla para dar forma a la serpiente. Lo
podemos hacer dibujándola en un folio y recortándola después. Hay que tener en
cuenta que el hojaldre encogerá un poco al hornearlo, así que mejor no hacerla excesivamente
estrecha. Yo tuve en cuenta el ancho de mis fresas y le añadí un poco más al
ancho.
Extendemos
la lámina de hojaldre.
Colocamos
la plantilla encima y con un cuchillo recortamos la serpiente.
Recortamos
también la segunda serpiente y retiramos el sobrante de hojaldre.
Pinchamos
bien toda la superficie con un tenedor para que el hojaldre no suba mucho al
hornearlo.
Y
pintamos la superficie con huevo batido o leche. Aunque normalmente se suele
hacer con huevo me daba pereza abrir un huevo sólo para esto, así que con la
leche me apañé divinamente, teniendo en cuanta además que el hojaldre iba a
quedar cubierto de fresas y nata y no se iba a lucir.
Horneamos
el hojaldre como indique en el paquete. Yo lo puse en horno precalentado a
200º, con ventilador y calor arriba y abajo. Lo horneamos hasta que esté
doradito (lo tuve unos 10 minutos)
Mientras
se enfría, tenemos que montar la nata.
Sólo hay que tener en cuenta algunas cuestiones para que nos salga bien. Yo uso
la Thermomix para que me sea más fácil y cómodo. La nata debe estar muy fría.
Podemos incluso meterla media hora antes de montarla en el congelador. El vaso
también debe estar bien frío. Si lo hemos usado justo antes y no está del todo
frío podemos picar unos hielos y lo secamos bien.
La
nata debe tener como mínimo 35,1 % de grasa para que monte correctamente.
Para
500 ml de nata es mejor poner la mariposa. Algunas veces la he montado con el
azúcar glas incorporado, pero para evitar problemas es mejor hacerlo al final,
porque además al ser azúcar glas se integra sin ningún problema.
Antes
de abrir la nata, agitamos bien el brick. Es incluso conveniente abrir toda la
parte superior del envase para que al volcarla nos aseguremos que lo hemos
vaciado completamente y no ha quedado parte de la grasa pegada en el fondo o
las paredes.
Vaciamos
el brick en el vaso frío de la Thermomix con la mariposa puesta. Si queremos,
podemos incluso añadir una cucharada de queso tipo Philadelpia para que la nata
quede más firme (yo esta vez no se la he puesto). Lo vamos a batir al 3 ½.
No vamos a programar tiempo, pero no le quitaremos el oído de encima.
Dependiendo de la grasa de la nata o de lo fría que esté, puede tardar desde 1
minuto hasta varios, así que mejor estar pendiente hasta que oigamos que cambia
el sonido y comprobemos que está montada la nata.
Una
vez esté montada, quitamos la mariposa, añadimos el azúcar glas y lo mezclamos
con una espátula con movimientos envolventes.
En
nuestro caso, nos hace falta mucha menos nata para nuestra serpiente de la que
hemos montado, pero ya que estamos en temporada de fresas y está tan rica no
vamos a tener más remedio que aprovecharla… ;)
Y
ahora vamos con el montaje de la
serpiente:
Ponemos
la una de la serpientes de hojaldre sobre el plato de presentación.
Cubrimos
con un poquito de nata.
Ponemos
una capa de rodajas de fresa.
Cubrimos
con la otra serpiente de hojaldre.
La
cubrimos de nata y empezamos a colocar las rodajas de fresa, mejor si están
cortadas de forma longitudinal para que terminen en pico, desde la parte de la
cola hacia la cabeza.
Cogemos
la fresa que hayamos elegido para la cabeza y hacemos un cortecito en V para
simular la boca, en la que pondremos un trocito de hoja de otra fresa que simulará
su lengua.
Hacemos
los ojitos de la serpiente con un poquito de chocolate derretido.
Y
colocamos la fresa en la serpiente.
La
inmortalizamos y ¡a comerrrrr!
¡Buen
provecho!