31 agosto 2013

Marmitako de salmón



Otro mes que termina y otro blog asaltado del reto AsaltaBlogs. Este mes nos ha tocado un blog muy variado, el blog Hoy cocina Vivi. La receta que me he llevado de este blog es de las de toda la vida: Marmitako.
Como siempre, he hecho alguna variación, una de ellas bastante significativa: en lugar de cocinar el tradicional marmitako de bonito, lo he cambiado por salmón, que es bastante más de mi agrado.
A pesar de ser una receta de las de cuchara y solera me he decidido por ella porque también en agosto apetece comer de vez en cuando comidita casera de cuchara. Sólo es cuestión de tomarlo un poquito menos caliente y con el aire acondicionado puesto. Nos ha encantado esta versión.

Ingredientes:

500 g de salmón en tacos grandes
          (sin piel ni espinas)
2 pimientos choriceros
1 cebolla grande
1 diente de ajo
1 pimiento verde
1 tomate maduro
2 patatas medianas
750 ml de caldo de pescado*
1 hoja de laurel
Sal
Aceite de oliva virgen extra

*(El caldo de pescado lo he hecho casero con la piel y espinas del salmón, una cabeza de merluza, un puerro, 1 tomate, 2 ramas de perejil, 2 dientes de ajo, un poco de sal y una ñora: todo cubierto con 1 litro de agua fría, dejándolo hervir durante 30 minutos, todo bien colado)   

Elaboración:
Lo primero que vamos a hacer es poner a cocinar los pimientos choriceros para sacar su carne. Lo más rápido es ponerlos en un recipiente apto para microondas con un poco de agua, y cocinarlos a máxima potencia durante 6 minutos. Es conveniente pararlos a mitad de la cocción pata darles la vuelta, ya que no están completamente cubiertos de agua.

Picamos la cebolla muy finamente y la rehogamos en una cacerola con un el fondo cubierto de aceite de oliva virgen extra.

Cuando empiece a estar ligeramente rehogada añadimos el diente de ajo bien picadito y lo sofreímos.

 Añadir el pimiento verde cortado en cuadraditos y también lo rehogamos.

Ponemos también el tomate pelado y partido en cuadraditos pequeños.

Con un cuchillo, sacamos la carne de los pimientos choriceros y con el propio cuchillo la picamos para que se distribuya bien en el guiso.

Añadimos a la cacerola las patatas chascadas en trocitos (no cortadas, para que suelten el almidón y espesen la salsa) y la carne de los pimientos choriceros.

Lo removemos bien y dejamos que se rehoguen un poco las patatas.

Añadimos el caldo y la hoja de laurel.

Lo dejamos cocer a fuego medio hasta que las patatas estén tiernas (unos 15 minutos).

Añadimos los tacos de salmón, y dejamos que hiervan sólo 2 minutos, ya que si lo cocinamos más el salmón quedará demasiado seco.


Lo dejamos reposar un ratito y lo servimos.

Podemos poner un poco de perejil recién picado por encima.

¡Buen provecho!

26 agosto 2013

Paté de centollo sin centollo

 
Este es uno de esos aperitivos que tienes preparados rápidamente y que quedan muy resultones. Tenía varias versiones de esta receta en mi interminable lista de pendientes, y por fin le ha tocado el turno. Al final me he decantado por la de Su, de Webos fritos.
Lo más importante para esta receta es elegir ingredientes de primera calidad, porque si no el paté saldrá bueno pero no taaaannnn bueno.
Otra ventaja es que lo podemos y debemos preparar el día anterior, que así está más rico.

 
Ingredientes:
Una buena lata de anchoas en aceite
Una lata de mejillones al natural
9 palitos de cangrejo
2 cucharadas de mayonesa
1/4 de cebolleta
2 tapones de vino fino seco

Opcional: colines para adornar


Elaboración:
Ponemos en el vaso las anchoas (bien enjuagadas bajo el grifo de agua fría de restos de sal), los mejillones al natural (eliminando cualquier pequeño resto de barbas que pudieran tener), la cebolleta, 6 palitos de cangrejo, la mayonesa y el vino fino. 


Trituramos a máxima velocidad hasta que quede bien fino (a veces es conveniente ir bajando lo que queda pegado en las paredes con una espátula para asegurarnos que se tritura todo)

Picamos a cuchillo en trocitos pequeñitos los 3 palitos de cangrejo restantes (es lo que le dará la textura de la carne del centollo)

Los mezclamos bien a mano con el paté anterior y lo guardamos bien tapado en el frigorífico hasta que lo vayamos a servir (mejor si lo hacemos el día de antes).

Para presentarlo, podemos hacer unas pequeñas charlotas con colines de pan:
Untamos de aceite la parte interior de un aro de emplatar.

Ponemos dentro el paté de centollo y alisamos la parte superior con una cuchara.

Retiramos el aro. Si tiene la consistencia que debe tener no perderá la forma.

Pegamos los colines alrededor, formando una especie de valla.

Los atamos con una cinta rústica alrededor para evitar accidentes en la valla.

Si tenéis disponible el caparazón de un centollo de alguna ocasión reciente, podríamos usarlo para presentarlo en él, y así seguro que daría el pego de todas todas...

Servimos, acompañado de más colines o de rebanaditas de pan tostado.

¡Buen provecho!
 

22 agosto 2013

Rulo de espinacas, queso y nueces



La receta que os traigo hoy es de las primeras que aprendí en la Escuela de Cocina de Javier Vilchez, allá por noviembre de 2007. La he hecho bastantes veces, pero aún no la había fotografiado para el paso a paso. Este verano la he vuelto a repetir y en esta ocasión si le he hecho el reportaje. Es un aperitivo muy refrescante y bastante sorprendente. A pesar de ser un bizcocho con hojas de espinaca no se aprecia demasiado el sabor, aunque el color las delata definitivamente. El relleno de queso lo he adaptado a mi gusto, ya que originariamente Javier lo rellenó con queso Philadelphia y nueces, pero yo lo he mezclado con otros quesos de untar y un poco de roquefort para darle más potencia al sabor del relleno.
Se pueden y se deben hacer el día de antes para que el relleno compacte y sean más fáciles de cortar, lo que es muy conveniente cuando debemos preparar varios platos para una celebración y no podemos hacerlo todo en el mismo día.

Ingredientes:

Para el bizcocho:
Una bolsa de 250 gr de espinacas frescas
1 yogur natural
1 huevo
100 gr de harina
50 ml de aceite de girasol
1 cucharadita de levadura Royal
Una pizca de sal

Para el relleno:
125 gr de queso Philadelphia
125 gr de queso de untar semicurado
50-75 gr de roquefort (según gustos)
50 gr de nueces peladas

Elaboración:
Precalentar el horno a 190º.
Ponemos en el vaso el yogur, el huevo, la harina, el aceite de girasol. La levadura y la sal.

Incorporamos también las hojas de espinaca y trituramos bien. En Thermomix: en velocidad 6-8 durante 1 minuto.

Forramos una bandeja con papel de hornear y repartimos la masa de bizcocho en una capa fina.

Horneamos a 190º durante 6 minutos aprox, cuando veamos que empiezan a dorarse ligeramente los bordes. Es normal que salgan algunas burbujas por la parte de arriba, pero no hay problema porque luego no se notarán.

Estando el bizcocho lo más caliente posible lo ponemos boca abajo sobre un paño limpio, quitamos el papel de hornear y lo enrollamos lo más apretadito posible en ese paño para que se enfríe con esa forma.

Mientras tanto, vamos preparando el relleno: primero picaremos las nueces ya peladas “a cuchillo” para que nos encontremos trozos en el relleno.

Ponemos en el vaso los tres tipos de quesos, y los mezclamos bien (TMX: vel 4, 20 seg)
 

Añadimos las nueces y volvemos a mezclar muy suavemente para que no se trituren (TMX: 20 seg, vel 1).

Terminamos de mezclar bien con una espátula de silicona.


Cuando el bizcocho esté a temperatura ambiente ponemos la crema de quesos y nueces y la esparcimos bien. Lo volvemos a enrollar (al haberse enfriado estando enrollado no se romperá).

Lo envolvemos bien apretadito en papel de aluminio y lo metemos en la nevera para que la crema de queso tome cuerpo y podamos cortar fácilmente el rulo sin que se salga el queso. 

Como ya comenté, podemos incluso prepararlo el día de antes y conservarlo así hasta el día siguiente.
Cuando lo vayamos a servir, lo cortamos en rodajas y lo emplatamos.

¡Buen provecho!